Tenía yo ganas de ver cómo transita por el Constitucional el absurdo recurso de cuatro idiotas del Opus contra la Educación para la Ciudadanía. Y por si aún hubiera alguno que pensara que lo de educar a los hijos es cuestión de uno, y que elijo el Colegio como quien elige un restaurante, ahí está la Abogacía del Estado diciendo cosas la mar de interesantes, como que de la Constitución no resulta que la educación o las virtudes cívicas deban considerarse monopolio de los padres . Bien dicho.
(o proponer sin tregua camelias sobre musgo)