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Educar es combatir

Grande - Marlaska nos dio una definición de educación de las que dan para pensar un rato: educación es dar valores antes de que aparezcan los prejuicios.

Apuntaba el juez, por lo tanto, en tres direcciones: la del qué, la del cuando, y la de contra quién.

La del qué, los valores. Y de entre estos, aquellos que refuercen la ética pública. En contra de lo que muchos quieren ver, la escuela pública y la mayor parte de la escuela de titularidad religiosa llevan años trabajando en la misma dirección: tolerancia y respeto en las relaciones con los que son distintos, igualdad de derechos, libertad y justicia social.

La del cuándo, cuanto antes, y el por qué, porque los enemigos de la educación, los prejuicios (y ya estamos en el contra quien), son más rápidos que Márquez desatado buscando la pole. La falta de respeto, el odio al diferente, y el trato desigual e injusto, viven en las redes sociales y en la opinión publicada.

Y hasta en casa. Por eso educar necesita que familias y escuela pasen más tiempo juntos y hablen de lo que importa.

Hasta que eso pase, educar es combatir.


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